27 de enero de 2012

-El marido termino dejando a la amante -prosiguió la mujer---. Mi tía, poco a poco, volvió a su pasividad habitual. Un día me telefoneo diciendo que estaba dispuesta a cambiar de vida: había dejado de fumar. La misma semana, después de aumentar la cantidad de tranquilizantes a causa de abstinencia al tabaco, avisó a todos de que estaba dispuesta a suicidarse.

Nadie le creyó. Una mañana me dejó un recado en el contestador automático, despidiéndose, y se mató con gas. Yo escuche ese mensaje varias veces: nunca había oído una voz más tranquila, más conforme con su propio destino. Decía que no era feliz no infeliz, y que por eso no aguantaba más.

Veronika sintió compasión por aquella mujer que contaba la historia y que parecía intentar comprender la muerte de la tía. ¿Como juzgar, en un mundo donde se intenta sobrevivir a cualquier precio, a aquellas personas que deciden morir?

Nadie puede juzgar. Sólo uno sabe la dimensión de su propio sufrimiento, o de la ausencia total de sentido de su vida. Veronika quería explicar eso, pero el tubo se su boca la hizo atragantarse, y la mujer vino en su auxilio.

23 de enero de 2012

- Mi tía se suicido hace pocos meses -continuó la voz femenina. Había pasado casi ocho años sin ganas de salir de su cuarto, comiendo, engordando, fumando, tomando calmantes y durmiendo la mayor parte de su tiempo. Tenía dos hijas y un marido que la amaba.

Veronika intentó mover su cabeza en dirección a la voz, pero era imposible.

- Tan sólo la vi reaccionar una sola vez: cuando el marido encontró una amante. Entonces ella armó escándalos, perdió peso, rompió vasos y durante semanas enteras no dejó dormir a los vecinos con sus gritos. Por más extraño que parezca, creo que fue su época más feliz: estaba luchando por algo, se sentía viva y capaz de reaccionar ante el desafío que se le presentaba.

Veronika decide morir - Paulo coelho
La gente lucha para vivir, no para suicidarse.

10 de enero de 2012


Necesito un cambio
Renovar el ambiente
Mejorar ideas
Plantearme sueños
Necesito libertad
Una gran caída, un fuerte remesón
Para poder asimilar la idea, de que en verdad NO soy Feliz.

9 de enero de 2012

No estoy segura de lo que esto significa
ni creo que tú lo entiendas
Pero yo ya admití que para solucionar esto debo herir a alguien
porque de otra forma nunca entendería como PODRÍAMOS SER.
Quisiera no tener limitantes, para hacer lo que quiero.
Quisiera recuperar la fe de antes, los amigos de antes.
Quisiera recuperar los sueños, las ilusiones, las esperanzas.
Quisiera un cambio. Y quizás, poder definir la palabra FELICIDAD en una vida dónde todo lo dí por perdido.